POR
ALDO DUZDEVICH, para Agencia Paco Urondo
15
Marzo 2024
Hace
varios meses deje de escribir. Porque en este tiempo, la cuasi-obligación de
quien opina de este lado, es dedicarse a analizar críticamente las políticas
del mileismo. Y, en esa misión, hay muchos que lo hacen muy bien. Yo siento que
lo hice antes y durante la batalla electoral advirtiendo sobre quien era Milei
y cuál iba a ser su política.
Pero
además, me ocupe de debatir internamente con quienes primero jugaban a
“destrozar al Alberto”, y luego a esmerilar a Massa para que no gane, o gane
por poco. Nunca pensé en dar la vida por Alberto, ni por Massa, pero si veía
claramente, que jugar a destruir nuestro gobierno y luego esmerilar nuestro
candidato, nos llevaba al inexorable desastre de un gobierno de la Pato o lo
que nunca pensamos, un Milei presidente.
EL AJUSTE RÁPIDO Y BRUTAL
El 20
de noviembre del 2023, antes que asuma Milei publique una nota en AGENCIA PACO
URONDO donde decía entre otras cosas: “Las principales víctimas de las derrotas
del campo popular no somos los militantes como muchos creen. Las víctimas son el pueblo de a pie, en
especial los sectores más humildes, muchos de quienes votaron a Milei”.
“Por ese ombliguismo tan típico de nuestros
sectores progres porteños, escuchamos voces muy preocupadas por el ESI, el
predio de la ESMA, el matrimonio igualitario, los derechos de las diversidades.
Todos temas que seguramente serán bombardeados por el gobierno libertario, pero
la realidad es que las primeras víctimas que se va a cobrar Milei son los siete
millones de jubilados, y parte los obreros de la construcción”.
“No hace falta ser economista de Harvard
para interpretar que lo que propone Milei de bajar el gasto público en forma de
'shock sin gradualismo', solo se puede lograr, en primer lugar bajando
jubilaciones y pensiones que representan casi el 50% del gasto público
nacional.”
“Además de reducir los sueldos estatales,
paralizar la obra pública, eliminar subsidios de luz, gas y transporte, y
reducir las transferencias a las provincias.”
“Las
jubilaciones y los sueldos públicos ni siquiera es necesario recortarlos. Es
suficiente con postergar su pago, y congelarlos en simultaneo con devaluación e
inflación de por medio”
“Piensa
también, producir un aumento de tarifas que supere a los indices de inflación y
restringir las transferencias a las provincias para obligarlas a compartir las
medidas de ajuste.”
“Ese discurso de Milei que 'esta vez el
ajuste lo va a pagar la política' es saraza para la tribuna. Es
posible bajar a cero, los sueldos de diputados, senadores y todos los empleados
del Congreso Nacional, eso representa apenas el 0,4 % del presupuesto nacional
.”
“Y aquí
volvemos a la frase 'lo mejor suele ser enemigo de lo bueno'. Todas las críticas
con razón que se le puedan hacer a nuestro gobierno, y al plan que pensaba
implementar Sergio Massa no tienen punto de comparación con lo que vamos a
enfrentar dentro de pocos días.”
Y
lamentablemente es lo que paso y estamos viviendo.
LA BATALLA CULTURAL QUE PERDIMOS
Desde
hace unos diez años, me metí en esta tarea de estudiar y escribir sobre la
historia del peronismo. Lo hice siempre en tono de disputa política-cultural,
por recuperar para el presente la figura de Juan Perón, sus enseñanzas y su
pensamiento y obra.
Una batalla, que sabía perdida de antemano,
ante el aparato cultural cobijado por nuestros gobiernos, que presentó la
versión montonera y de la izquierda, como la historia oficial de los años
setenta. Un relato en el cual Perón, termina siendo en el mejor de los casos,
un viejo “lelo” manipulado por su entorno, o peor como un líder “fascista y
contra revolucionario.”
Esa
pelea estaba pérdida de arranque contra los intelectuales oficiales como
Verbistky, Bonasso, y otros tantos, que los repetían desde todos los medios
oficialistas.
Muchos
no entendieron por qué era importante esta discusión histórica. Siempre sostuve
que los setenta mal contados, el peronismo mal contado, impactaban directamente
en las políticas del presente.
Fue así
que el progresismo, con sus usinas intelectuales y sus difusores en las
universidades y medios de prensa, le fue ganando la batalla cultural y política
al viejo peronismo, al peronismo originario cambiándole su esencia.
Pero, ese progresismo, al cual muchos
tuvimos que adherir con desgano, para no “sacar los pies del plato”, se fue
agotando en su imposibilidad de dar respuestas a la sociedad. Y un día apareció
la nueva derecha, que no es nueva en su esencia, sino en sus formas de
presentar el debate, y le ganó la batalla cultural al progresismo. Y
algunos viejos peronistas, entramos en desconcierto, si salir a defender las
consignas y políticas progresistas, que nunca sentimos como propias, u opinar,
con el riesgo que aparecer convalidando alguna decisión del anarco-libertario. Entonces
nos llamamos a un prudente silencio.
YA ES TIEMPO DE INICIAR LOS DEBATES
Bueno,
hoy creo que está siendo tiempo de romper ese silencio, e intentar a dar los
debates internos, que los que estamos de este lado de la grieta venimos
postergando.
Porque
siempre hay una buena y atendible razón para evitar los debates. Cuando
gobernamos porque “no hay que darle pasto a la oposición”; cuando estamos en
campaña “porque es momento de sumar a todos”; y cuando somos oposición “porque
es tiempo de lucha para resistir y voltear al que esta”.
Pero,
en el mientras tanto aquellos que conducen nuestro espacio, y sus voceros
mediáticos siguen manteniendo sus relatos, discursos, propuestas y acciones con
las cuales muchos no coincidimos, pero callamos respetuosamente, porque tenemos
ese gen peronista de acompañar y empujar hacia delante.
La
derrota del 19 de noviembre del 2023 no significó solamente un castigo
electoral por cuatro años de gobierno desafortunados . Quienes festejaron esa noche, no fueron solo los chetos de Barrio
Norte, como vimos en 2015 con Macri. Esa noche festejaron las chicas que
trabajan de servicio doméstico, en las casas de mis amigos y compañeros.
Festejaron los del Rapi, los que hacen changas, los obreros de la construcción,
los jóvenes trabajadores de fábricas cuyos patrones les explicaron días
antes que había que votar a Massa. Algo nuevo y profundo había pasado en el
seno de nuestro pueblo.
Las
respuestas apuradas fueron: la gente no soportó la inflación y caída del poder
adquisitivo del salario, y en parte es cierto. Pero llevamos tres meses de Milei y la situación económica empeoró y
sin embargo sus niveles de aceptación siguen siendo los del balotaje. Y, su
pose de loco que dispara dardos sin parar contra la casta, los gobernadores, los
políticos, le sigue dando rating.
No es
mi intención dedicarme al análisis de las medidas de gobierno y las acciones de
resistencia y/o oposición que llevan adelante los nuestros, junto algunos
aliados hasta ayer impensados.
Si creo
necesario, comenzar un debate de ideas interno para analizar que nos paso, y
que propuestas y banderas vamos a enarbolar para volver a enamorar a un amplio
sector de la sociedad que nos dio la espalda.
¿SE CAE MILEI? ¿PARA DÓNDE?
Yo
francamente no veo que Milei se deprima y renuncie en dos o tres meses como
afirma el amigo Moreno. Ni tampoco, que la CGT declare la huelga general
revolucionaria por tiempo indeterminado, con pide el cineasta Aristarain. Pero
supongamos que alguna hipótesis de crisis y salida es posible. ¿Para qué lado
se cae?. La más probable y lógica es que asuma Villarruel con Macri detrás.
Otros, ven la salida para el lado de un Pichetto apoyado por gobernadores del
PRO y algunos PJ.
En
cualquier caso, nadie piensa que sea el kirchnerismo-peronismo quien se haga
cargo del gobierno ante la caída de Milei.
SIN CONDUCCIÓN Y SIN PROPUESTA
Por
ahora, no se visualiza un liderazgo con posibilidad de conducir al conjunto. La
referencia inevitable es Axel Kicillof,
pero a mi juicio, arrastra tres condicionantes importantes. Primero las
dificultades financieras de su provincia, que promueve Milei cortándole los
recursos. Segundo, la competencia interna de Máximo y La Campora que cuestionan
su liderazgo. Tercero que ser “el candidato de Cristina” pareciera que no
alcanza.
Pero,
el déficit más grave de nuestro espacio político, llamase peronismo,
kirchnerismo, UP, o lo que sea, es la
falta de una propuesta política nueva, que pueda dar respuesta a aquellos
sectores de la sociedad, en especial los jóvenes de los sectores más humildes,
que nos rechazaron y adhirieron al discurso libertario.
Yo
siento aversión por esos discursos que le bajan la condición mental y/o moral a
la sociedad cuando no nos vota. Tampoco creo a pie juntillas la frase “el
pueblo nunca se equivoca”. Pero si creo que quienes nos equivocamos, y bastante
seguido, somos la dirigencia y militancia política que nos alejamos de la
realidad de la gente, y un domingo de elección a la noche, descubrimos que la
realidad de la gente nos abandonó a nosotros.
ABRIR EL DEBATE SOBRE NUEVAS PROPUESTAS
Repito
palabras del intelectual peronista Aritz Recalde: “Hicimos campaña defendiendo
el Estado cuando lo gestionamos mal. La gente le cobró al oficialismo los
problemas de la educación, de la salud y de la seguridad pública que arrastran
décadas.”
“A los
problemas económicos, sociales y políticos le sumamos la decisión de querer
imponerle al país una identidad cultural progresista de clase media, bien
típica de la Ciudad de Buenos Aires. El pueblo federal no entendió, ni adhirió
a ese mensaje. Por el contrario, lo consideró negativo, irritativo y distante a
su realidad cotidiana y a su forma de vida familiar.”
“Perdimos
la batalla semántica y de sentido. El progresismo sostuvo que la agenda de
seguridad es de la derecha. Que el valor del sacrificio del trabajador es de la
derecha. Que el esfuerzo de la clase media y su orgullo meritocratico son de la
derecha. Que la gestión eficiente del Estado, que la honestidad y la transparencia
son de la derecha. Se sostuvo que las religiones y los cultos son identidades
de la derecha y que debíamos modernizar al país en una dicotomía de
civilización y barbarie.”
Estos
breves párrafos sintetizan gran parte de los temas a discutir. Tenemos que
discutir la calidad de la educación pública, y no exclusivamente como hasta
hoy, el salario docente. Discutir si a la inseguridad, le vamos a seguir dando
respuesta desde lo discursivo o vamos a intentar una justicia y policía que
funcionen desde un sólido poder del estado. Si vamos a seguir alimentado un estado gordo y bobo, que cobije amigos
y militantes, o vamos a redefinir un estado eficiente que de respuestas a la
sociedad en su conjunto. Si vamos a seguir mirando para otro lado cuando
los actos de corrupción los cometen los nuestros. Si vamos a entender o no, que
para generar producción y empleo, es necesario convocar al capital privado, y
no seguir viendo al capital como el enemigo a combatir.
En fin…
todos temas revulsivos que ponerlos en debate me va a costar el disgusto,
decepción, y enojo de más de un amigo y compañero. Pero la verdad muchachos, a
nuestra generación se le agota el tiempo biológico, y deberíamos hacer un
esfuerzo por debatir estos temas y desbrozar-le un poco el camino a los que
vienen detrás.
HASTA CRISTINA PLANTEA DEBATIR ESTOS TEMAS
Yo no
soy devoto de “la Jefa”, pero como todos, reconozco que su nivel intelectual está
muy por encima de toda la dirigencia nuestra. Hace unos días dio a conocer un
largo documento, donde al final expone algunas cosas que, aun dichas
tibiamente, chocan directo con el discurso progresista que predomina en el
espacio ultra K.
Dice
Cristina al final de su documento de 30 páginas: “Estamos de acuerdo en que la
Argentina debe revisar la eficiencia del Estado, y que no basta con la consigna
del “Estado presente” para resolver los problemas del país, que son demasiados.
Se debe analizar y controlar la correcta asignación de recursos para poder
corregirla, en caso de ser necesario.”
“Resulta
ineludible discutir seriamente un plan de actualización laboral que brinde
respuestas a las nuevas formas de relaciones laborales(...) las formas de
contratación laboral ya incluidas en nuestro sistema legal también deben ser
revisadas, mediante la actualización de los convenios colectivos de trabajo (…)
Estas actualizaciones deben respetar los derechos conquistados por los
trabajadores, pero también deben realizarse bajo el concepto de que una vez
consagrados, los derechos acarrean obligaciones que deben cumplirse. De lo
contrario, el ejercicio de un derecho sin el cumplimiento de sus obligaciones
correlativas, no es más ni menos que un privilegio.”
“Debemos
pensar cuál es la razón, por la que, parte de los sectores medios, y medios
bajos hacen un esfuerzo para enviar a sus hijos a escuelas de gestión privada
para que tengan clases todos los días.”
“También
queremos discutir la integración de la empresas del estado tanto por vía de la
participación del capital privado como de las provincias, en el caso de que sus
recursos estén afectados a la explotación económica de aquellas, como así su
cotización en bolsa para agregar valor y eficiencia bajo la forma de una
asociación pública y privada virtuosa.”
“Estamos
dispuestos a discutir un régimen de incentivo a las grandes inversiones pero
que agreguen valor y transfieran tecnología.”
“En
materia de seguridad debemos abandonar el consignismo. Con la desigualdad
social por un lado o el gatillo fácil por el otro, no puede elaborarse ningún
plan de seguridad.”
Cristina
cada tanto suele hacer este tipo de planteos, que en su tropa no caen del todo
simpáticos y se ocupan de minimizarlos y olvidarlos rápidamente para seguir con
el tachin tachin del discurso progre.
Bueno,
hasta aquí el enunciado de mis intenciones al retomar mis notas en AGENCIA PACO
URONDO, que con mucha generosidad peronista permiten esta diversidad de ideas.